Lawrence Hoba/Hillary J. Musarurwa

La deforestación, la erosión y las tierras estériles que deben alimentar a un nú mero creciente de familias, son solo algunos de los problemas que afectan a la región ribereña del río Mpufure de Zimbabue. Cultivos acordes a la naturaleza, reubicación de huertos, formas nuevas y alternativas de energía, tecnologías idóneas, diversificación de las plantaciones y medidas de reforestación son iniciativas emprendidas por la organización «Penya Trust» a fin de contrarrestar estos efectos negativos y a la vez contribuir a un mejoramiento climático. Al respecto, la organización, que trabaja conjuntamente con la comunidad, ha aplicado muy exitosamente el método REFLECT.

Penya: Combatir el cambio climático por medio del conocimiento

Quiénes somos y con quién trabajamos

El tránsito hacia una fórmula eficaz de compromiso y participación de los jóvenes en iniciativas de desarrollo dentro de las comunidades en que operamos nunca ha sido un camino de rosas, y aún es necesario avanzar por un terreno accidentado y lleno de baches. Ello se debe principalmente a que en los países en desarrollo — entre ellos Zimbabue— los jóvenes continúan siendo un segmento de la población ampliamente disputado, por lo que diversas iniciativas y organizaciones —incluidos los partidos políticos— han puesto la mira en ellos para captar su atención. Así y todo, este recorrido puede ser uno de los más gratificantes para cualquier funcionario de desarrollo, ya que nos encontramos con un grupo de personas activas y entusiastas, dispuestas a avanzar y a trabajar junto a nosotros durante el período de duración de un proyecto, y a hacerse cargo del mismo una vez que hemos terminado de implementarlo y debemos abandonar la región. Y esta ha sido la senda —tan llena de satisfacciones, pero no exenta de dificultades— que ha recorrido PENYA desde 2006.

En el idioma local shona, PENYA significa «brillar», de modo que nuestro lema reza: «hacedlos brillar». Es el anhelo de la organización hacer brillar a los niños, niñas y jóvenes de nuestra comunidad, pese a todas las adversidades que deban afrontar. Así pues, nuestros principales destinatarios son jóvenes (esto es, personas de entre 15 y 35 años de edad), como asimismo niños y niñas, principalmente huérfanos y vulnerables (NHV). Los dirigentes de PENYA no solo se identifican con este grupo porque ellos mismos son todos jóvenes, sino que además ven en él un enorme potencial. Aun cuando es innegable que los jóvenes de todo el mundo constituyen una importante fuente de energía para lograr cualquier avance (todo aquel que se encuentra en esta etapa temprana de la vida está ansioso por provocar un impacto en la sociedad), estamos convencidos de que si esta potencia se aprovecha como es debido (tal como la almacenada en la represa de una central hidroeléctrica), puede generar un cambio trascendental y positivo en la realidad de Zimbabue.

Sin embargo, durante los últimos años la experiencia ha demostrado que los jóvenes, debido a su vulnerabilidad derivada de la carencia de cualquier medio necesario para la emancipación económica, están expuestos a la explotación por parte de los ricos y poderosos, y de los caudillos políticos. Al ser utilizados como carne de cañón para delitos, actos de violencia política y disturbios, se han ganado una mala reputación. Nuestro objetivo consiste en revertir este encasillamiento del que han sido víctimas durante los últimos años y pintar un cuadro distinto de la juventud en la sociedad. Vislumbramos nuestra labor futura como una campaña de activación y movilización de una masa crítica de jóvenes que se transformen en catalizadores de un desarrollo positivo de la comunidad. Ellos participarán directa e indirectamente en nuestras actividades a medida que reconstruyan sus comunidades y al mismo tiempo identifiquen herramientas para conservar sus medios de subsistencia.

La palabra PENYA corresponde también a una sigla de Practical Empowerment and Networking Youth Association (Asociación de Jóvenes para el Empoderamiento Práctico y el Trabajo en Red), la cual impulsa la totalidad de nuestra programación y de nuestras actividades. El principio que mueve nuestras acciones es: «si un esfuerzo no se traduce directa o indirectamente en un empoderamiento práctico, ¡entonces no vale la pena realizarlo!» Es esta doctrina la que también ha alentado nuestra visión, que es «empoderar prácticamente a los niños, niñas y jóvenes en todos los aspectos de la vida, para así garantizar su total independencia».

Para llevar a cabo su labor con jóvenes, niños y niñas, PENYA reconoce el carácter indivisible de la comunidad en que viven, y compromete la participación de todos los miembros y grupos etarios de aquella. Trabajamos preferentemente en áreas rurales y zonas de alta densidad, realizando investigaciones y evaluaciones que se emplean en labores de promoción y cabildeo en favor de cambios políticos. El principal objetivo es propugnar y asegurar el empoderamiento socioeconómico de niños, niñas y jóvenes a través de áreas temáticas vinculadas a la educación; la salud y la higiene; la agricultura y el medio ambiente; el empoderamiento económico; la investigación y la promoción. En todos nuestros programas se incorporan aspectos relativos al VIH y el SIDA.

 

Alumnos posando junto a cubos de basura para su escuela
Fuente: PENYA Trust


 

 

 

También hemos trabajado, y mantenemos asociaciones, con varias organizaciones locales e internacionales, incluidos el Gobierno de Zimbabue, autoridades locales, agencias de las Naciones Unidas, OXFAM, otras ONG, donantes, embajadas y diversas redes juveniles, ya sea a través de actividades por grupo temático, ya sea aplicando medidas de respuesta coordinadas, principalmente en materia de salud y promoción. Como organización no gubernamental centrada en los jóvenes, formada y gestionada por jóvenes, PENYA forma parte de una creciente red de iniciativas encabezadas por jóvenes que apuntan a abordar diversos temas relativos a derechos humanos, gobernabilidad y desarrollo. Las medidas de respuesta coordinadas nos han permitido atender a las necesidades de un público destinatario mucho más amplio que el que habríamos abarcado con nuestros propios recursos.

¿Qué incluye nuestra labor?

Las actividades específicas que hemos emprendido hasta ahora en las diversas comunidades de todo Zimbabue son las siguientes:

Dzidzo Inokosha (la educación es un bien preciado)

En este proyecto, niños y niñas huérfanos y vulnerables han recibido ayuda mediante el pago de sus gastos de escolaridad y las satisfacción de sus necesidades de enseñanza. A los beneficiarios se les financian sus derechos de matrícula y además se les facilitan paquetes con útiles de escritorio, uniformes y alimentos, para asegurarse de que continúen estudiando independientemente de su situación familiar. Asimismo, numerosas escuelas han recibido donaciones de libros de texto y equipamiento deportivo. Continuamos distribuyendo más textos y libros de lectura cuyos destinatarios finales son escuelas marginales. Entre los socios con que hemos trabajado se cuenta Book Aid International.

Y.E.S.S.

Los destinatarios del proyecto para respaldar a los jóvenes con financiación y aptitudes (Youth Economic and Skills Support – Y.E.S.S.) son principalmente jóvenes que no asisten a la escuela, a quienes se les ofrece formación en habilidades para la vida y acceso a equipamiento, maquinaria y herramientas necesarios para llevar a cabo proyectos de manera individual. Asimismo, se realizan especiales esfuerzos para ayudar a los jóvenes a conseguir préstamos y becas del Estado, de bancos o de otras fuentes.

Creación de capacidades para iniciativas comunitarias destinadas a atenuar los efectos del cambio climático

Teniendo conciencia de que los grupos vulnerables no están en condiciones de valerse por sí mismos, los proyectos incluidos en esta categoría están orientados más que nada a tutores y cuidadores de pacientes, a través de actividades rentables y producción sostenible de alimentos para dejar de depender de la caridad. Hay, asimismo, proyectos cuyo objetivo fundamental es revertir la degradación ambiental por medio de la reforestación y la recuperación de tierras. La motivación central de estos proyectos es transferir conocimientos e información a miembros de la comunidad que se convierten, a lo largo de generaciones, en custodios del banco de información y datos. Las comunidades están siendo capacitadas en protección ambiental, cambio climático y adopción de tecnologías que ahorran energía.

WASH

Inspiradas en el lema «cautivarlos desde jóvenes para lograr una nación sana», las actividades del proyecto sobre agua, saneamiento e higiene (water, sanitation and hygiene – WASH) están dirigidas principalmente a niños y niñas en edad escolar. Entre las actividades se incluyen la promoción del saneamiento y la higiene en las escuelas, la rehabilitación de letrinas de pozo profundo e instalaciones sanitarias, y la enseñanza participativa de principios de higiene para que los cuidadores de enfermos y los niños y niñas aprendan a relacionarse adecuadamente con el VIH/ SIDA. En 2010 se distribuyeron productos no alimentarios en Mabvuku/Tafara, un área densamente poblada en Harare, entre 22 000 hogares, como parte de una campaña para la prevención del cólera y el tifus.

Taurai: hablemos del VIH/SIDA

El propósito contenido en el proyecto Taurai (que significa conversar, debatir) es el de fomentar el diálogo en torno al VIH/SIDA en escuelas e iglesias. En estas últimas se ha observado un notorio silencio respecto del tema, por lo que las actividades se centran en esfuerzos para incentivar una mayor franqueza en el reconocimiento de la propia condición de portador del SIDA y para organizar campañas de concienciación y prevención. También se ofrece apoyo psicológico a jóvenes, niños y niñas afectados e infectados por esta enfermedad.

Cómo lo hacemos: cuál es nuestro enfoque

Con todo, el empoderamiento práctico no es posible allí donde el funcionario de desarrollo llega a una comunidad con soluciones para problemas, reales e imaginarios, que ha discurrido previamente dentro de una oficina situada en otro lugar. Los resultados obtenidos suelen ser remedios parciales y poco prácticos que, en el peor de los casos, crean más problemas de los que resuelven. Este siempre ha sido el argumento esgrimido por muchos detractores de la ayuda prestada a África y el mundo en desarrollo: que las organizaciones de asistencia provocan más daños que efectos positivos. En PENYA la motivación principal siempre ha sido el uso de enfoques participativos que van desde la identificación de problemas hasta la evaluación del programa. Por eso nos embargó un entusiasmo tan grande cuando junto con DVV International emprendimos una iniciativa destinada a introducir y aplicar progresivamente en Zimbabue una técnica de base participativa denominada «Alfabetización freireana regenerada mediante técnicas para el empoderamiento de la comunidad» (Regenerated Freirian Literacy through Empowering Community Techniques – Reflect).

Aun cuando el enfoque es relativamente nuevo, se ha traducido en un aumento de la participación de los miembros de la comunidad, incluidos aquellos cuya voz había sido silenciada por su propio analfabetismo. También ha permitido adquirir mayor conciencia de los derechos. Sin embargo, el Reflect no se limita a estos dos aspectos, ya que PENYA está trabajando con círculos comunitarios a través de monitores que ha capacitado para identificar los temas que son característicos de su propia existencia. De manera que las comunidades están participando cada vez más activamente en la creación de soluciones que tengan utilidad práctica para ellas.

Ahora bien, lo anterior no garantiza necesariamente una aceptación incondicional de parte de las comunidades. Zimbabue continúa siendo una nación polarizada, donde la filiación política puede prevalecer sobre los beneficios derivados de cualquier iniciativa de desarrollo. El principal problema es que la política tiene el poder suficiente para predisponer a las masas en contra de la razón. Por tanto, a veces nos encontramos con jóvenes u otros miembros de la comunidad a los que les han lavado el cerebro y no nos permiten el ingreso a una determinada área, incluso si nuestra presencia les reportaría muchos más beneficios que los que cualquier político pudiere ofrecerles alguna vez.

Cada organización de desarrollo debe cumplir con una serie de intensos trámites burocráticos de inscripción a fin de obtener el permiso para operar en cualquier zona de Zimbabue. De modo que este ha sido nuestro principal obstáculo: tener que convencer a las autoridades para que nos dejen funcionar en determinadas áreas (más aun en aquellas donde existe un enorme potencial para influir en la votación a favor de un político). Incluso entonces, cuando se ha conseguido la necesaria documentación del Gobierno, hay que persuadir a las autoridades — pertinentes y ajenas a la cuestión— de que la programación no va a afectar sus feudos políticos. En consecuencia, cualquier conversación en la que se aborden temas como democracia, buen gobierno y derechos humanos puede a veces indisponernos con las autoridades políticas.

Análisis detallado de nuestro programa

Habiéndoles ya entregado una perspectiva de nuestra labor como organización, sería apropiado analizar más de cerca nuestro trabajo, compartiendo nuestras experiencias en la implementación de un proyecto para combatir el cambio climático al interior de la comunidad. Nos propusimos comprometer a la comunidad en la lucha contra el cambio climático, y en el aumento de su capacidad para mitigar los efectos de ese fenómeno y adaptarse a los mismos, afrontando a la vez el desafío de la inseguridad alimentaria. Aunque tal vez no toquemos directamente el tema, esperamos que a partir de este estudio de casos sean capaces de identificar lo que pretendíamos lograr, los problemas que debíamos superar, las condiciones marco que influyeron en nuestro trabajo, la manera en que acometimos nuestra labor, los cambios que logramos introducir y las repercusiones de estos en la comunidad.

Esperamos que se sientan motivados para ampliar progresivamente ese trabajo comunitario con la juventud en el ámbito de acción de cada uno de ustedes.

 

 

Combatir la erosión mediante la plantación de vetiver
Fuente: PENYA Trust

 

 


Resumen del proyecto

Este proyecto tenía por objeto perfeccionar las iniciativas de protección ambiental emprendidas por PENYA Trust en colaboración con jóvenes y otras partes interesadas de tres aldeas de la Cuarta Circunscripción del distrito rural de Chegutu, con planes para expandirse a otras dos aldeas de la circunscripción, como también a otras tres en el distrito de Goromonzi (una vez conseguida la financiación adicional). El proyecto llevó a cabo actividades que abarcaban las siguientes áreas temáticas:

Biodiversidad: Si bien esta era el área temática de mayor importancia, las restantes —degradación de la tierra y cambios climáticos— fueron incluidas durante la programación, ya que pueden ser integradas en la creación de capacidades de las iniciativas comunitarias en materia de protección ambiental.

La difusión de información y la promoción de políticas a nivel local fueron incorporadas en todas las actividades, puesto que constituyen factores esenciales para garantizar que la comunidad y sus partes interesadas estén siendo adecuadamente evaluadas en lo que respecta a la protección ambiental.

A lo largo de un período de operaciones previsto de 12 meses, el proyecto llevó a cabo las siguientes actividades:

  • Perfeccionamiento de las capacidades locales para desenvolverse y reaccionar de manera adecuada y eficaz ante los desafíos ambientales y las amenazas a la seguridad alimentaria, a través de materiales y talleres de capacitación, información, educación y comunicación.
  • Creación de huertos para el aprovechamiento sostenible de recursos naturales y la gestión de la biodiversidad por parte de las comunidades (reubicación de los huertos de las riberas fluviales).
  • Adopción de formas alternativas de energía a través del uso del biogás o de cocinas que no funcionen a leña.
  • Creación de arboledas y huertos, y plantación de vetiver para disminuir la erosión del suelo.

Antecedentes de la comunidad

La comunidad con la que traba jamos forma parte de la Cuarta Circunscripción del distrito rural de Chegutu. Las aldeas beneficiadas fueron Chinengundu, Chipashu y Churu. También trabajamos con la Escuela Primaria de Chipashu, donde formamos un Club del Medio Ambiente destinado a sus alumnos y alumnas.

 

Entrega de los libros de consulta
Fuente: PENYA Trust


 

 

 

Los jóvenes de la zona no se habían esforzado mucho por proteger su medio ambiente, más que nada debido a su falta de conocimientos y a su escasa o nula motivación para emprender iniciativas propias destinadas a provocar un cambio positivo en su comunidad. Los que sí hacían algo, acometían actividades en muy pequeña escala. El objetivo de este proyecto era capacitar a los jóvenes, inculcándoles habilidades para la vida que los impulsaran a actuar como agentes para generar un cambio social positivo. Ellos se sintieron motivados e impelidos a transformarse en proteccionistas ambientales en sus respectivas comunidades, para así velar por el empleo de prácticas agrícolas sostenibles que resguardaran sus medios de subsistencia. Se promovieron otras intervenciones, tales como clubes para actividades rentables, a fin de permitir la participación comunitaria y el aprendizaje de mejores prácticas, con lo que se aseguraba el sentido de pertenencia al proyecto y la sostenibilidad del mismo. El proyecto se caracterizó por una activa participación comunitaria, con la inclusión de familias vulnerables afectadas por el VIH/SIDA; se proporcionó albergue y ayuda a los huérfanos; se promovieron las aptitudes locales y el bagaje de conocimientos autóctonos, lo mismo que la creación de capacidades en los jóvenes para que aportaran soluciones locales.

Perfil de las capacidades de la comunidad

La comunidad está compuesta por habitantes con diversas aptitudes y habilidades. En vista de la alta tasa de desempleo del país, hay una gran cantidad de jóvenes que, pese a haber concluido sus estudios, no logran encontrar una plaza de trabajo en estas aldeas. De manera que la comunidad posee una abundancia de miembros activos que pueden ser utilizados como agentes generadores de cambios en la comunidad. Si se les motiva adecuadamente, los jóvenes de esta región pueden transformarse en impulsores de los necesarios cambios ambientales.

El problema: ¿qué dificultades hay que afrontar?

Las aldeas de la Cuarta Circunscripción encaran una serie de desafíos. Los principales son la deforestación (la tala indiscriminada de árboles), la degradación del suelo causada por los cultivos en las riberas fluviales, y las cárcavas originadas por la pérdida de la cubierta vegetal superficial. Esta área se encuentra expuesta a la erosión y la infertilidad del suelo, la deforestación y la sobreexplotación de los bosques para usarlos como combustible o en la producción de medicamentos. El otrora espeso bosque que circundaba las riberas del vecino río Mupfure presenta ahora una escasa densidad, con lo que aumenta el riesgo de atarquinamiento (obstrucción con sedimentos). La falta de educación, de programas de concienciación y de planificación del uso del suelo puede mencionarse como un factor que contribuye a la acelerada degradación.

A medida que, al subir la tasa de natalidad, aumenta la cantidad de familias establecidas en el área y comienza a escasear la superficie disponible para fines residenciales y agrícolas, crece el número de personas que deben compartir el reducido espacio utilizable para la labranza. Este fenómeno ha alterado los ecosistemas naturales, restringiendo así la biodiversidad y modificando los hábitos de ciertas especies. La circunscripción y sus zonas circundantes han experimentado una disminución en la diversidad de las cosechas y de la masa ganadera, lo cual ha incrementado la inseguridad alimentaria.

Los grupos familiares siguen dependiendo en gran medida de la madera como combustible, y debido a la falta de capacidades y conocimientos para adaptarse a la tecnología del biogás y de las cocinas que no utilizan leña, el empleo de energías alternativas en esta circunscripción sigue siendo restringido. Por tanto, el desarrollo agrícola se encuentra en peligro a causa de prácticas no sostenibles, de la acelerada erosión del suelo, de la degradación del suelo y de un descenso general en la productividad de la tierra. Como resultado de lo anterior, está disminuyendo la autosuficiencia para la mayoría de los productos alimentarios, de modo que existe la urgente necesidad de concentrarse en la conservación, la explotación eficiente y la gestión adecuada de la tierra y los recursos hídricos disponibles.

La solución

El proyecto propuso varias iniciativas que reducirían la vulnerabilidad. Era preciso difundir información sobre las mejores prácticas de protección ambiental. Se compartió una información más completa impartiendo capacitación en energías renovables, coordinando esfuerzos, facilitando la adquisición y la adaptación de tecnologías, y promoviendo el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas al aportar los recursos necesarios. Incentivamos a los grupos familiares para que plantaran cultivos tradicionales y cereales de grano pequeño, y adoptaran métodos de conservación que ayudaran a impulsar la biodiversidad. Es probable que la conservación de ecosistemas cree sumideros de carbono que permitirían reducir el nivel de emisiones de CO 2 y los efectos del cambio climático. Así pues, se insto a la comunidad a plantar árboles naturales y tradicionales y otras variedades cultivadas de hierbas que permitieran mejorar los hábitats naturales. A fin de aumentar la seguridad alimentaria y ayudar a las personas infectadas y afectadas por el VIH/SIDA a mejorar sus medios de subsistencia y reforzar su sistema inmunitario, se les aconsejó plantar hierbas y cultivos tradicionales en los huertos colectivos.

La creación de parcelas forestales y la plantación de vetiver en las fincas y en otras áreas expuestas o vulnerables permitirá minimizar la escorrentía superficial y la erosión del suelo. También evitará la formación de cárcavas y, en último término, la desertificación. Las alternativas propuestas del biogás y las estufas que no utilizan leña corresponden a tecnologías que cumplen un importante papel en la reducción de la tala de bosques para fines energéticos, y tienen la ventaja de aumentar la eficiencia en el uso de dendrocombustibles y otras fuentes naturales por parte de los hogares. Lo anterior ayudará a promover la regeneración de la vegetación, en particular de los árboles, como también a aumentar la biodiversidad y mejorar los hábitats naturales.

Vínculos con iniciativas y objetivos a nivel nacional

Zimbabue ha emprendido diversas iniciativas destinadas a superar los problemas ambientales que afronta el país. Entre ellas se incluyen la Política Nacional sobre Medio Ambiente (National Environment Policy – NEP), la Política Nacional sobre Manejo de Sequías, la política sobre Tecnologías de Energía Renovable (TER), y la Estrategia para la Gestión de Recursos Hídricos. Este proyecto se alinea con esas estrategias e iniciativas, y se guía por las políticas en función de los logros y metodologías previstos. Asimismo, el proyecto ayudará a que el país alcance las metas fijadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) 1 y 7.

Actividades y resultados previstos

La finalidad del proyecto era crear —a través de talleres y capacitación— capacidades a nivel local para desenvolverse y responder de manera apropiada y eficaz a los problemas ambientales y amenazas a la seguridad alimentaria. Este objetivo se alcanzó con la ayuda de mítines para movilizar a la comunidad, una labor de concienciación de dirigentes de las aldeas, y la capacitación de personas escogidas como promotores de la protección del medio ambiente en la aldea. El resultado de estas iniciativas fue una comunidad adecuadamente informada y capacitada, en condiciones de resolver problemas ambientales y de inseguridad alimentaria en su hábitat.

Específicamente, el proyecto se concentró en el aumento del suministro de agua para uso doméstico a través de bombas propulsadas por molinos de viento y técnicas de captación de agua, como también en el incremento del abastecimiento de agua para actividades hortícolas. Los participantes en el proyecto aprendieron a construir cisternas y estanques de agua, y a aprovechar los terraplenes y las terrazas de cultivo de piedra escalonadas y en curvas de nivel. Las bombas de agua fueron instaladas en lugares estratégicos. Como consecuencia de lo anterior, las familias disfrutaron de un mejoramiento en el suministro de agua, en su seguridad alimentaria y en sus medios de subsistencia comunitarios.

Otro objetivo del proyecto fue introducir técnicas de agricultura sostenible y combatir la degradación de la tierra como una medida ambiental contra el cultivo en riberas fluviales. Los huertos fueron reubicados en sitios más seguros y apropiados, y además se crearon parcelas forestales, setos vivos y plantaciones. Los participantes aprendieron técnicas agrícolas de conservación como la «labranza cero», la rotación de cultivos, la retención progresiva de los residuos de cultivos, el compostaje y la lucha integrada contra las plagas. Se fomentó el cultivo de árboles y vetiver, lo mismo que la formación de viveros de plántulas, para así controlar la erosión del suelo, en tanto que se redujo la demanda de leña para combustible al equiparse los hogares con cocinas de bajo consumo energético.

Plan de implementación

El proyecto constaba de dos fases decisivas: la fase de intercambio de información y creación de conciencia, y la fase de acción práctica. La primera se inició dentro del primer mes de financiación y fue muy corta, pues se extendió por 30 días. Durante ella se capacitó a promotores de la protección del medio ambiente en las aldeas, se celebraron reuniones comunitarias con dirigentes y otras partes interesadas, y se emprendieron campañas de concienciación dirigidas a otros miembros de la comunidad. La segunda fase, durante la cual los beneficiarios pusieron en práctica lo aprendido y tuvieron la posibilidad de dar a conocer su percepción de los conocimientos adquiridos, se desarrolló a lo largo del período restante de aplicación del proyecto. En la actualidad, el proyecto está entrando en la recta final, y se espera que concluya dentro de los próximos dos meses (alrededor de febrero de 2011).

Características del proyecto

Garantizar la activa participación comunitaria: el objetivo de comprometer la participación activa de la comunidad se alcanzó plenamente gracias a la intervención de sus miembros en todas las etapas del ciclo de vida del proyecto. Los participantes en el proyecto fueron responsables de elegir a su propia directiva y elaboraron una constitución que rigiera sus actividades. También se encargaron del proceso interno de seguimiento y evaluación de las actividades del proyecto.

Creación de capacidades: Ante todo, las capacidades de los participantes en el proyecto fueron desarrolladas a través del intercambio de conocimientos y la capacitación sobre temas medioambientales. La capacidad de los participantes para poner en marcha y gestionar proyectos de desarrollo fue perfeccionada por medio de programas de capacitación y talleres dedicados a otras habilidades como redacción de actas, elaboración de informes, administración financiera comunitaria y aptitudes de comunicación. La introducción del método reflect durante el período de funcionamiento del proyecto también fue de ayuda para la creación de capacidades.

Medios de subsistencia sostenibles: Este proyecto ofrece medios de subsistencia alternativos para los jóvenes. Las plantaciones y los huertos explotados según los principios de la agricultura de conservación sostenible proporcionan a los participantes un abastecimiento suficiente de verduras, frutas y otros cultivos durante todo el año. La captación de agua les reporta dinero en efectivo a las familias gracias a la venta de productos agrícolas y de plántulas cultivadas en viveros administrados por los jóvenes, mientras que quienes han adquirido las aptitudes para construir molinos de viento y cocinas de bajo consumo energético encuentran un trabajo inmediato prestando servicios de mantenimiento a los hogares que los requieran, o fabricando artefactos similares para otras aldeas.

Cuestiones relativas al género: Con el fin de aumentar la igualdad entre los géneros, cada aldea envió a dos jóvenes (un hombre y una mujer) para que recibieran capacitación como promotores de la protección del medio ambiente en las aldeas. Es importante señalar que el grado de participación femenina en los proyectos de desarrollo en zonas rurales es mínimo. Para afrontar esta situación, en la composición del proyecto se incluyó deliberadamente a un 60 % de beneficiarias femeninas. Las jóvenes y niñas identificadas como beneficiarias directas en los 100 hogares escogidos, formaron parte de la directiva e intervinieron activamente en el proceso de toma de decisiones del proyecto. Puesto que las mujeres se encargan mayormente de preparar la comida en los hogares, también fueron seleccionadas para recibir capacitación sobre construcción de cocinas y su uso óptimo.

Conciencia del medio ambiente mundial: Los miembros de la comunidad se reunieron cada 3 meses para compartir información acerca de diversos temas y sucesos relativos al medio ambiente. PENYA prestó asesoramiento para investigar y localizar información que fue entregada a los promotores de la protección del medio ambiente en las aldeas para que la utilizaran en las reuniones. Estos mismos encuentros fueron aprovechados para identificar cualquier problema subyacente que afectara a la comunidad, como también para detectar cualquier desviación de los objetivos fijados para el proyecto. A través de talleres, reuniones y visitas de intercambio, el proyecto permitió crear una conciencia ambiental. Asimismo, peritos agrícolas y ambientalistas especializados capacitaron a los beneficiarios en diversas actividades tales como prácticas para una explotación sostenible de la tierra, agrosilvicultura o captación de agua. De este modo, les inculcaron a los miembros de la comunidad las aptitudes necesarias para afrontar y superar sus desafíos.

Mecanismos financieros innovadores: Se espera que el ingreso familiar provenga de la venta de verduras, hierbas y frutas. A los participantes en el proyecto se les inculcaron aptitudes de gestión financiera a fin de garantizar una administración viable de cualquier actividad rentable que pudieran emprender.

Impacto del proyecto

En el medio ambiente: El proyecto contribuyó a proteger las zonas boscosas y a explotar de manera eficiente y sostenible los recursos naturales actualmente amenazados. También promovió el uso de la energía eólica, que es renovable, no contamina los recursos terrestres y aéreos, y por tanto no daña el medio ambiente.

 

Distribución de paquetes de semillas destinados a la agricultura de conservación
Fuente: PENYA Trust

 


 

 

Entre otros importantes impactos positivos en el ambiente pueden mencionarse la moderación del cambio climático, el desarrollo de estrategias de adaptación de la comunidad al cambio climático, la promoción de un aumento en la producción de biomasa, la conservación de la biodiversidad, y el combate contra la erosión del suelo y la deforestación.

Influencia en las políticas: El proyecto perfeccionó las políticas locales que rigen la explotación y la gestión de recursos naturales, mediante la sensibilización de los dirigentes locales con respecto al papel decisivo que les cabe en la modificación de las políticas al interior de sus comunidades. Se los instó a realizar consultas y proponer ordenanzas para la comunidad local que permitan aumentar la protección ambiental y fomentar la explotación sostenible de los recursos naturales. El proyecto consiguió reforzar la política nacional sobre gestión de recursos naturales por parte de la comunidad, con lo cual se hizo hincapié en el sentido de propiedad y en el beneficio que sus miembros obtienen gracias a dicha gestión.

Posibilidad de reproducir las experiencias: El proyecto se inició con solo 100 hogares de las 3 aldeas. Las lecciones aprendidas serán aprovechadas para reproducir las iniciativas, primero en todas las demás aldeas de esta circunscripción, y luego en otras circunscripciones al interior de los demás distritos donde opera PENYA.

Sostenibilidad: Las comunidades disfrutaron de los beneficios directos de este proyecto, que se tradujeron en un mejoramiento de los medios de subsistencia y de la dieta alimentaria. Las personas favorecidas seguirán trabajando en pos de la sostenibilidad económica, gestionando las plantaciones y los huertos de hierbas y verduras como empresas viables. Debido a su metodología participativa, aumentará el grado de propiedad comunitaria, y así el proyecto podrá sustentarse por medio de la reproducción de experiencias (aquellos que inicialmente no fueron identificados como beneficiarios aprenderán de los demás). Teniendo en cuenta el compromiso de la comunidad a nivel de las aldeas, las iniciativas adecuadas de protección ambiental se transformarán en sostenibles al comprometer la participación de todos los habitantes. Los jóvenes aprovecharán también las aptitudes adquiridas para mantener sus medios de subsistencia y así generar sus propios ingresos.

 

 

Distribución de productos no alimentarios entre miembros de la comunidad
Fuente: PENYA Trust

 

 

 

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